Dejando espacio...

El año del Dragon deja marca una vez mas en mi. El pasado, hace 12 años, lo marque yo con acciones que tome hacia mi libertad, con un tatuaje. Un compromiso conmigo misma de buscar y conquistar el miedo para llegar a conocer el amor verdadero que comienza con amarme a mi. Dicen que los dragones solamente los veia el caballero que estaba tratando de conquistar al amor y solamente derrotando al dragon, que era del tamaño de su miedo, podia hacerlo. Así que yo decidí tatuarme un dragon pequeño en la muñeca para poder ver mis miedos de frente y tenerlos bajo control, recordarme que mis miedos son del tamaño que yo los quiera ver y siempre están de mi lado para ayudarme a tomar conciencia. Este año del Dragon me marco involuntariamente con la muerte de mi Papa y todo el último episodio vivido con el. Mi respuesta más coherente ha sido huir del entorno en el que viví lo vivido y encontrar un espacio donde los objetos que me rodean son neutros y no tienen aún una historia que contar. Todo nuevo. Pais nuevo, casa nueva, ropa nueva. Mi alma no tiene temple para memorias y recuerdos ahora mismo, siento que si me detengo a pensarlo me podría quebrar del dolor. Hay momentos en los que me relajo y llegan pensamientos que se cuelan por las fracturas que hay en mi. No les doy mucho tiempo, pero debo confesar que las dejo entrar para ir así filtrando lo que tiene que salir. Seria imposible que saliera todo al mismo tiempo sin rompernos por completo. No se si es un error no dejar que esto suceda? Supongo que el tiempo lo dirá. Por ahora solo agradezco su paciencia por mi pausa larga sin palabras o pensamientos. Ya se va destrabando mi cerebro y mi sensibilidad. Poco a poco...